La acupresión es una terapia táctil similar a la acupuntura.

La acupresión también se conoce como digipuntura, digitopuntura, acupresión o acupresión. La palabra “acupresión” tiene la ventaja de referirse a la acupuntura (con el prefijo común acu, que significa “aguja”) y de evocar la “presión” (ejercida con los dedos).

La acupresión consiste en estimular determinados puntos de los meridianos chinos. Las agujas del acupuntor se sustituyen por masajes realizados principalmente con los dedos índice y pulgar. Hay otras diferencias entre la acupuntura y la acupresión:

Por otra parte, cuanto más regularmente se practique la acupresión, más notables serán sus efectos. La acupresión tiene otras muchas ventajas, como su sencillez, seguridad y eficacia. Tiene muy pocas contraindicaciones, no tiene efectos secundarios y hasta los niños y bebés pueden beneficiarse de ella.

La acupresión se denomina automasaje energético cuando se aplica a uno mismo. Como todas las demás terapias de la medicina tradicional china (fitoterapia, dietética, qi gong y acupuntura), el objetivo es reequilibrar el flujo de energía en el cuerpo, el Qi (pronunciado “tchi”), responsable de la buena salud de cada individuo.

En este curso, aprenderá a utilizar la acupresión en usted mismo, en las personas que le rodean o en sus clientes si ya trabaja como terapeuta o planea serlo.

Gracias a las actividades propuestas a lo largo del curso, descubrirá lo indispensable que es la acupresión como herramienta cotidiana. Es fácil de integrar para aliviar muchos síntomas, pero también para prevenir posibles desequilibrios.

Para comprender esta técnica de la medicina china, se remontará a los fundamentos mismos de este enfoque milenario. Además, será el primero en probar sus descubrimientos en sí mismo

También tendrá la oportunidad de estudiar otros enfoques complementarios, como la aromaterapia (el uso combinado de presión en puntos de acupuntura con la aplicación de aceites esenciales).

En resumen, estos son los objetivos de este programa de formación en acupresión:

Cada módulo le permitirá explorar estos temas a través de actividades y estudios de casos. Al final de cada módulo, un cuestionario le ayudará a evaluar lo que ha aprendido. Por último, después de estudiar todos los módulos, realizará un “examen final” en forma de preguntas tipo test, que le permitirá validar sus conocimientos y practicar la acupresión con seguridad.

La acupresión responde a una demanda creciente de personas que buscan soluciones naturales y holísticas para cuidar su salud.

Los profesionales de la acupresión suelen estar en la ciudad, en una consulta, o trabajan a domicilio para atender las necesidades de las personas que no pueden desplazarse. Durante una sesión, que dura aproximadamente una hora, el cliente se tumba en una camilla. Se deja la ropa puesta.

El profesional habrá recabado primero una serie de datos durante una breve entrevista, para comprobar que el cliente no tiene contraindicaciones para la acupresión.

Una vez que el cliente está tumbado en la camilla, el masajista aplica una suave presión en varios puntos energéticos situados a lo largo de los meridianos del cuerpo. También puede masajear ciertas zonas tensas. El objetivo de estas maniobras es restablecer la circulación de la energía.

Para que la acupresión sea plenamente eficaz, la presión debe repetirse varias veces. El profesional propondrá al cliente una nueva sesión o le enseñará a actuar él mismo sobre los puntos mediante automasaje. Ambas opciones son posibles.

En pocas palabras, la acupresión ofrece soluciones de “presión” para aliviar los dolores cotidianos. Gracias a este programa, no sólo podrá mejorar su propia salud y longevidad, sino que también se armará de principios útiles para tratar todo tipo de desequilibrios.

Esta práctica complementa otras profesiones relacionadas con el bienestar, como la medicina tradicional china, la fitoterapia, el masaje Shiatsu y la reflexología.

También hay que tener en cuenta que, como todas las técnicas energéticas, la acupresión requiere que el practicante adopte un determinado estilo de vida. Acuéstese a horas fijas, vigile lo que come, haga ejercicio, cuide su mente y sepa cómo protegerse energéticamente. Sólo así podrá ofrecer un servicio de calidad a sus futuros clientes.